¿Qué es el microcemento?
El microcemento es un material que se compone de cemento, polímeros, aditivos y pigmentos, lo que le confiere sus características especiales.
Hay distintas calidades de microcementos, y algunos son más sensibles a sufrir manchas o rayas. Tendemos a pensar que un microcemento tradicional es un material muy duro y no es el caso. Si mueves una mesa o una silla sobre él, lo puedes marcar como si fuera una madera natural. Por eso hay que buscar opciones que ofrezcan la máxima resistencia.
Además de revestir suelos y paredes, podemos también hacer escaleras, bañeras, muebles, piscinas… toda base o superficie lisa, se puede recubrir con un microcemento.
Lo más normal es aplicarlo en baños, cocinas o exteriores, ¿pero porque quedarnos ahí?
Nos encanta el microcemento para revestir suelos en los proyectos, pero no es fácil encontrar proveedores de este material que cumplan los requisitos de calidad para que tenga una buena aplicación y envejezca bien.
Usamos el microcemento en proyectos donde queramos dar una apariencia industrial y artesanal. Gracias a que no vemos juntas, el efecto de continuidad que creamos es simplemente espectacular. También hay un detalle que nos encanta y es que no hace falta rodapié, porque queda una junta muy limpia, que por ejemplo para baños es muy interesante.
Los suelos de microcemento son una solución ideal para tu proyecto.
Microcemento en paredes: el microcemento en paredes se haya convertido en una tendencia en la decoración y diseño, especialmente de interiores.
El microcemento es uno de los mejores revestimientos para paredes, obtendrá un resultado estético y duradero sin obras muy complejas. Las paredes de microcemento ofrecen una alta resistencia a los golpes, rayaduras y productos químicos.
El microcemento es mucho más que un revestimiento meramente decorativo.
El microcemento es una superficie antideslizante que puede usarse en baños aplicando un sellador impermeabilizante de alta calidad a la superficie para garantizar que quede protegido de posibles daños causados por la humedad.
Además de revestir suelos y paredes, se puede ir más allá y usarlo para encimeras, lavabos, duchas o bañera, lo que dará un aspecto elegante y moderno. A nosotros nos encanta combinarlo con madera, ya que el contraste frio del microcemento con la calidez de la madera siempre es un acierto.
El microcemento es una superficie antideslizante que puede usarse en baños aplicando un sellador impermeabilizante de alta calidad a la superficie para garantizar que quede protegido de posibles daños causados por la humedad.
Además de revestir suelos y paredes, se puede ir más allá y usarlo para encimeras, lavabos, duchas o bañera, lo que dará un aspecto elegante y moderno. A nosotros nos encanta combinarlo con madera, ya que el contraste frio del microcemento con la calidez de la madera siempre es un acierto.
En las cocinas el microcemento es ideal para dar ese aire rustico, pero al mismo tiempo moderno. Nosotros siempre preferimos las mezclas de estilos. Una de las ventajas principales de aplicar microcemento en las cocinas es que no tienes que hacer una gran obra, ya que el microcemento se aplica en capas finas sobre superficies ya existentes, como paredes, suelos y encimeras.
Ya que la cocina es una zona de alto tránsito y uso, recomendamos buscar siempre un microcemento de la mejor calidad, resistente al calor y con tratamientos impermeables para facilitar las manchas.
Para limpiar las superficies de microcemento de la cocina, lo mejor son los limpiadores especializados para mantener las superficies limpias y no dañar las superficies.
Tenemos gamas básicas de microcemento, en tonos fríos o cálidos. Lo que másusamos obviamente son los tonos neutros como grises o beiges, pero también existen gamas cromáticas para los más atrevidos que dan personalidad al espacio.
En nuestro caso 70 – 90 euros metro cuadrado, producto e instalación. A partir de aquídependiendo de las características de la base de instalación, puede hacer algun coste adicional como en el caso de que haya humedad y tengamos que aplicar alguna capa adicional de epoxy, o algún descuento por cantidad de metros cuadrados.
Lo importante es preparar bien la base donde se vaya a aplicar. Hay que analizarla bien por parte de un profesional antes de aplicar el microcemento.
Por ejemplo, sobre un suelo cerámico, que es una buena base ya que es bastante sólido, llevara varias capas. Una malla, dos capas de base, dos capas de color, y luego los productos de acabado que dan a la superficie la apariencia estética que el cliente quiere ((dentro de unos límites, puede ser más o menos liso, con más aguas o menos)). Nosotros siempre intentamos evitar el poliuretano como capa final porque le quita naturalidad al suelo. Sin embargo, existen muy buenas ceras que pueden aplicarse y que protegen el suelo de posibles marchas o rayas.
Hay que tener en cuenta que el aplicado del microcemento es un proceso artesanal y no siempre aparecen las texturas exactamente donde deseamos, o la luz incide de una manera que le da un efecto que puede sorprender. Por eso antes de que el instalador lo selle, es bueno dar un repaso para corregir algunos efectos que puedan ser no deseados. Pero hay que saber que el acabado final no es 100% controlable, y eso es parte de su encanto!
En nuestra opinión lo que queda mejor es que en el suelo no tenga exceso de textura, para que no parezcan manchas, y en las paredes sí que queda mejor que haya un poco más de aguas.
Para la limpieza normal del microcemento, con agua y jabón neutro es suficiente, pero también hay otros productos que podemos utilizar para su limpieza, algunos son productos alcalinos los cuales requieren de protección al ser usados o también optar por productos menos industriales que podemos adquirir en almacenes o tiendas especializadas. Es recomendable evitar encharcamientos y humedades.
Para un buen mantenimiento del microcemento, cada cierto tiempo hay que limpiarlo con cera diluida en agua, de manera que no pierda efectividad su capa protectora. En una vivienda con uso normal, cada dos o tres meses podemos aplicar este tratamiento, siempre después de haber limpiado bien la superficie.
Un punto bueno del microcemento es que se puede reparar. Si por ejemplo sufre un fuerte impacto, o el paso de los años lo ha deteriorado mucho y queremos que luzca como el primer día, siempre podemos lijar las capas y volver a aplicar.
Las fisuras en el microcemento pueden aparecer, pero no es por causa del material en sí, si no de la base donde se aplica. Por ejemplo, si aplicamos el microcemento de calidad sobre un suelo cerámico, que suele ser bastante estable, si este suelo no fisura, al microcemento no le aparecerán grietas. Si por ejemplo lo aplicamos sobre parquet o tarima flotante, al ser una superficie más flexible, es posible que el suelo se mueva y esto genere grietas en el microcemento.
Las manchas sobre el microcemento pueden darse como en cualquier otra superficie, pero dependiendo de cómo se aplique la última capa que es la que protege el suelo, será más o menos fácil quitar estas manchas.