En el origen de Flos se encuentra el concepto de luminosidad: la idea de crear objetos a partir de una bombilla que puedan cambiar la forma de vivir, no solo de los italianos. De este modo, a principios de los años sesenta, a un tal Sr. Gavina, del pequeño fabricante de Merano Eisenkeil, se le metió en la cabeza, después de haber creado muchos muebles nuevos (con Achille y Pier Giacomo Castiglioni, Afra y Tobia Scarpa y otros maestros del diseño), que también había llegado el momento de crear nuevas lámparas. Así, los Castiglioni y los Scarpa, mediante la técnica cocoon, que se inventó en Estados Unidos y de la que Eisenkeil fue pionero, empezaron a fabricar lámparas como la Taraxacum o la Fantasma. A estas primeras lámparas siguieron muchas más, bellas y sorprendentes: así, ya en su prehistoria, Flos (Fiore, en latín, nombre que le dio Pier Giacomo Castiglioni) se encontró reinventando la idea de la iluminación artificial.
KELVIN
Antonio CitterioDispositivo de iluminación de mesa orientable con luz directa. Cuerpo de aluminio lacado o cromado, con cabezal, articulaciones y ganchos fundidos y brazos extruidos. Difusor de policarbonato fotograbado y metalizado en el perímetro. Fuente luminosa con tecnología Edge Lighting. Interruptor óptico ubicado en el cabezal que garantiza las funciones de regulación de la intensidad en 3 pasos y regulación de la temperatura de color a 2700K o 3200K. Cable eléctrico con una longitud útil de 150 cm. Suministro eléctrico en clavija con enchufes intercambiables.
Ahora la lámpara de mesa Kelvin LED de Flos se vuelve eco. Ahorra más energía gracias a su compensación automática de la luz ambiental. Al presionar el sensor sobre su cabeza durante aproximadamente 3 segundos, cambia de naranja a verde y el dispositivo regula automáticamente el brillo del LED de acuerdo con la cantidad de luz presente en el escritorio. Cuanto más brillante sea la luz ambiental, menos luz emitirá el dispositivo y viceversa.