En el origen de Flos se encuentra el concepto de luminosidad: la idea de crear objetos a partir de una bombilla que puedan cambiar la forma de vivir, no solo de los italianos. De este modo, a principios de los años sesenta, a un tal Sr. Gavina, del pequeño fabricante de Merano Eisenkeil, se le metió en la cabeza, después de haber creado muchos muebles nuevos (con Achille y Pier Giacomo Castiglioni, Afra y Tobia Scarpa y otros maestros del diseño), que también había llegado el momento de crear nuevas lámparas. Así, los Castiglioni y los Scarpa, mediante la técnica cocoon, que se inventó en Estados Unidos y de la que Eisenkeil fue pionero, empezaron a fabricar lámparas como la Taraxacum o la Fantasma. A estas primeras lámparas siguieron muchas más, bellas y sorprendentes: así, ya en su prehistoria, Flos (Fiore, en latín, nombre que le dio Pier Giacomo Castiglioni) se encontró reinventando la idea de la iluminación artificial.
TATOU
Patricia UrquiolaLámpara de mesa de luz difusa. Difusor externo de policarbonato. Difusor interno de policarbonato opal estampado por inyección. Asta y base de apoyo de acero pintado.
La lámpara de mesa Tatou de Flos, diseñada por Patricia Urquiola, se inspiró en una antigua armadura japonesa. La sombra de la 'carcasa' de las luces protege la luz directa a los ojos y produce un juego armónico de luces y sombras a través de las secciones perforadas. Es a la vez un elemento decorativo y un práctico producto de iluminación.